Prepara las hierbas: Lava bien las hierbas y escúrrelas completamente. Retira cualquier hoja marchita o dañada.
Coloca las hierbas en el contenedor: Introduce las hierbas dentro del conservador, asegurándote de que estén bien acomodadas.
Agrega agua: Llena el depósito inferior del contenedor con agua fresca.
Consejo adicional: Cambia el agua cada 3-5 días para mantener las hierbas frescas por más tiempo.
¡Y listo! Con estos simples pasos, podrás disfrutar de tus hierbas frescas por más tiempo.